13.02.2010

La marcha y el camino

Antes y ahora
Cuando era joven, era feliz en las mañanas y de noche lloraba; ahora, con más edad, comienzo vacilante mi día y, sin embargo, el final es sereno y sagrado.
-Friedrich Hölderlin

Caminante, el camino se hace al caminar. A su vez, el camino desaparece tras de uno también. Las marchas largas no son nobles por el hecho de ser penosas, tampoco por el hecho de que siempre que se recorre la mayoría del trecho, se torna imposible volver. Dignificarlas sería como tratar de redimir a un condenado que sabe que nada cambiará su rumbo hacia el paredón. Lo mismo va para la vida; también como un condenado, se puede renunciar antes de tiempo. A final de cuentas, el resultado es el mismo.

Keine Kommentare:

Kommentar veröffentlichen

Escriba su comentario abajo.