06.07.2010

La geografía de la derrota

Un hombre seguía el curso de un río. En ese entonces, el río era la única guía para llegar de su pueblo a la capital. Los cartógrafos eran escasos y malos en su profesión. Las palabras de las personas no eran dignas de confianza, no porque mintieran, sino porque no sabían nada. El viaje era duro y cansado. Justo antes de llegar a las puertas de la capital, el hombre miró fijamente al horizonte. No podía dejar de pensar en la pregunta que lo asaltó todo el camino. "¿No hubiera sido mejor arrojarse al río, morir y llegar a la ciudad río abajo?" Respondiéndose que habría sido diferente, pero mucho menos cansado, se dio la vuelta para jamás volver. Se colgó de la rama de un árbol poco después.

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