26.09.2010

Política económica I

Aún están vigentes las formas de administración y explotación de la Revolución Industrial. Lo más peligroso de la modernidad es que dichas formas se han hecho más sutiles. La terciarización de la economía no ha cambiado el objeto de la explotación, que es el ser humano, solamente lo ha hecho más directo. A las personas siempre se les ha administrado. Es ahora cuando el enfoque es administrar a las personas utilizando indicadores discretos para medir cualidades intangibles y disfrazando las mediciones de la opresión e incluso induciendo al proletariado a convencerse de que hay algún tipo de desarrollo personal implícito en la explotación del "recurso humano".

La continuidad de los métodos no revela una inmutabilidad de las estructuras, simplemente revela que todas las revoluciones sociales han fallado y que nadie ha conseguido apoderarse de los medios de producción. Las relaciones de producción han cambiado en apariencia pero la clase trabajadora jamás ha cambiado o dejado de existir tanto en sus dimensiones como en sus características, acaso se ha ensanchado en lugar de reducirse.

La proletarización de las clases medias, de los pequeños burgueses es evidencia del ensanchamiento de la clase trabajadora; de nuevo si algo ha cambiado es que aquellos creen que siguen perteneciendo a una clase social más alta de la que realmente representan.

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