15.04.2013

A todos, a todos

Sería raro que hubiera un individuo que no quisiera ser libre... ¿No?

El romanticismo de altos vuelos que nos invade a todos cuando hablamos de esclavitud y de libertad nos embriaga: siempre es emocionante hablar de los que no pueden imaginarse mundos imposibles.

~ ¡Pobre gente! ¡Vive tan inmediata a su realidad!

Ojalá esos sepultureros de cadenas pudieran ser libres de esa angustia, su propia angustia que los abraza. Los demás los hacen presos de su esclavitud.

Uno de los retos del desapego es a uno no le importen las hordas de bárbaros.

Porque no hay bárbaros, solo hay afanes de civilizar.
Porque no hay esclavos, solo gente que no se ocupa del mundo que no existe aún.
Porque no hay libertadores, solo personas con demasiada energía como para guardarla dentro de sí mismos.

Yo diría:

~ ¡Tráiganlos a todos, en fila! Los observaré hasta cansarme. Pero puede que no me canse jamás...

1 Kommentar:

  1. Estamos atrapados dentro de nosotros mismos, somos nuestra propia limitación, soñamos todo le tiempo con algo para alcanzar y no hacemos nada para conseguirlo, porque si no entonces ya no tendríamos ese sueño por perseguir.

    AntwortenLöschen

Escriba su comentario abajo.