18.04.2015

Tlatlaya

Íbamos pasando como siempre por esa calle seca y jodida.

La bodega
Los disparos

Tlatlaya es ese tiempo cuando el corazón está negro y rojo.
Rojo de sangre y ennegrecido por los balazos.
Aguantando el que muchos escupan sobre mi nombre y sobre mi memoria.

Nada de lo que hice valió la pena para ustedes, pero jamás le pedí a nadie que cargara conmigo. Yo me hice el favor de ir sólo por el camino que me llevó al paredón.



Antes de que esos miserables me fusilaran, pensé:
"He robado, corrompido y he dado muerte a varios."
"Pero al menos no soy soldado."
Tal vez me leyeron la mente y por eso con saña, con mala sangre me ejecutaron en una instancia más del tribunal de plomo.

Basado en un acontecimiento real y en una lectura reciente de "Lo de Antes" de Luis Spota.

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